POSITIVO

Cuando yo era pequeño lo positivo era algo bueno y lo negativo era algo malo. De un tiempo a esta parte eso ha cambiado: Dar positivo en una prueba de sida o de hepatitis no es bueno. Lo mismo pasa con los controles antidopping: el que da positivo, haya hecho o no algo ilegal, es por el momento considerado indigno de los logros conseguidos.
No obstante, la palabra también conserva su buen significado: en un deporte, tener positivos es mejor que no tenerlos en caso de empate a puntos. Pensar en positivo también es mejor que pensar en negativo. De hecho, la mejor solución para los problemas es no pensar en ellos. Hace ya muchos años, un amigo de mi hermano se presentaba a un examen de ingeniería, sobre los 52 temas que había en el temario se escogían dos bolas de una bolsa en la que estaban las 52 bolas numeradas, y el examinado debía contestar uno de los dos temas escogidos. El amigo se estudio 50 temas de los 52 lo que le aseguraba prácticamente un buen resultado. El problema que él se concentró en que no le tocase ninguno de los dos temas que no se había estudiado; aún así se estaba concentrando en esos dos temas, aunque fuese para que no le tocasen. Sucedió lo que cabìa ¿o no? esperar: las dos bolas que escogió eran justo las de los dos temas que no se había estudiado. Los temas que más temía eran los dos en los que más se había estado concentrando. Lo que debería haber hecho era concentrarse en cualquiera de los temas que se había preparado.
CUIDADO CON LO QUE PENSAÍS.