domingo, 1 de junio de 2008

EQUIVOCARSE

Respectful Insolence: How do you know when you're doing science wrong?

La lástima es que hay personas que realmente se creen que no se equivocan nunca, (a mí me toca trabajar con una), yo siempre he dicho que soy el primero en equivocarme- en el trabajo y fuera de él-; sino fuera así estaría en las carreras de caballos y no trabajando. De hecho, no tiene nada de malo equivocarse, es más, es la única manera de avanzar. Aprendemos más de un error que de diez aciertos, cuando metemos realmente la pata, la probabilidad de volver a equivocarnos de la misma forma es remota. A cualquiera que haya practicado un deporte le parecerá normal estar una hora entrenando un mismo tiro o disparo o técnica para conseguir perfeccionarla. Recuerdo un jugador de basket que se llamaba Trumbo, que lanzaba los tiros libres con los ojos cerrados, tal era el control que tenía de la distancia del punto de tiros libres al aro. ¿Cúantos tiros habrá errado antes de llegar a esa perfección?
En la ciencia como en la vida todo consiste en probar, intentamos, erramos; volvemos a intentar, volvemos a errar; así hasta conseguir un nivel de aciertos aceptable. Alguna vez el azar se cruza en nuestro camino (de hecho en la ciencia muchos descubrimientos se deben a la casualidad: recordad la manzana de Newton) y nos ahorramos unas cuantas pruebas. Pero la gracia de la vida consiste en eso: en EQUIVOCARSE.

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